La muerte, después de la pérdida del empleo, es el siniestro que más afecta al bolsillo de los colombianos. Además, asegurarse para este imprevisto no es una de las prioridades de las personas, según indica la Encuesta de Demanda de Seguros 2018.
De acuerdo con el documento del gremio de las aseguradoras (Fasecolda), no hay una similitud entre las eventualidades que más afectan económicamente a las personas y los seguros que más se adquieren, pues seis de cada diez hogares consultados no contaba con ahorros, créditos o seguros para cubrir estos gastos.
Este mismo informe además asegura que el 90,3% de los hogares colombianos tiene algún tipo de aseguramiento frente a riesgos. Por categorías, el 76,6% de los hogares tiene seguridad social, el 42,4% tiene seguros obligatorios e inducidos (dentro de los cuales están los seguros exequial), el 30,3% seguros voluntarios y el 47,5% planes exequiales.
Al respecto, Margarita Henao Arango, Gerente de Soluciones y Riesgos de Seguros SURA Colombia, explica que el plan exequial es un servicio no financiero ofrecido por las funerarias y cooperativas, mientras que el seguro exequial es un servicio financiero ofrecido por las compañías de seguros.
“Cuando se analizan las cifras se evidencia que la penetración de los planes y seguros exequiales es baja. Encontramos un tabú arraigado en nuestra cultura de no hablar de la muerte y sobre lo que pueda pasar ante este evento”, dice.
Agrega que el seguro además de brindar una solución inmediata, en el corto plazo, protege a las familias de vulnerabilidades económicas asociadas a gastos posteriores al fallecimiento. “Nuestro gran reto es que las familias no se vean afectadas y puedan persistir con sus planes a futuro y mantener su nivel de vida (en términos financieros) a pesar de la ausencia de un familiar”, precisa.
Estos datos cobran aún más relevancia si se tiene en cuenta que del total de hogares consultados por la encuesta, el 31% manifestó haber sido afectado por un problema o evento en los últimos tres años, siendo el más frecuente la muerte.
“La posesión de un seguro ayuda a superar más rápidamente el siniestro y reduce la vulnerabilidad económica de los hogares”, dice el estudio y agrega que en el país el 55,3% del total de los hogares tiene planes y seguros exequiales. De este porcentaje, el 86% tiene plan exequial y el 14% restante tiene seguro exequial.
Otro estudio de Fenalco, que consultó a las personas sobre qué opinan de la muerte, señala que existe un porcentaje alto en el país de personas que han tenido experiencias cercanas con la muerte. El 37% de los encuestados así lo señaló.
Por otro lado, el sondeo arrojó que entierros amigables con el medio ambiente, más cremaciones y ceremonias más cortas son solo algunas de las nuevas tendencias que seguramente impactarán a la industria funeraria.
“Es fundamental que los colombianos obtengan un amparo frente a eventos inesperados, y no opten por endeudarse, gastar de sus ahorros, o destinar recursos comprometidos” asegura Juan Manuel Pereira, Gerente de Mercadeo Estratégico de Colmena Seguros.
En esa línea, Henao Arango, recalca que la industria tiene el reto de aumentar la penetración de seguros, de todo tipo, en la población. “Aún tenemos una brecha importante cuando nos comparamos con países desarrollados. Debemos ajustar y desarrollar estrategias en términos de distribución (para el producto específico analizado) para poder llegar a más personas y acompañarlos en un análisis a conciencia de sus riesgos”, sostiene.
Y puntualiza que “el reto está en el cierre de la brecha a través de las acciones pertinentes para que las familias entiendan que más allá de un gasto de sepelio, ante la pérdida de un ser querido, existe una probabilidad muy alta de que el ingreso familiar se vea afectado y aumente la situación de vulnerabilidad del grupo”.