. La depresión es un trastorno mental común. Se estima que en todo el mundo el 5% de los adultos padecen depresión según la Organización Mundial de la Salud, (OMS).
· La depresión es la principal causa mundial de discapacidad y contribuye de forma muy importante a la carga mundial general de morbilidad.
· La depresión afecta dos veces más a la mujer que al hombre.
· La depresión puede llevar al suicidio.
· Hay tratamientos eficaces para la depresión, ya sea leve, moderada o grave.
El 13 de enero se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra la Depresión. La Organización Mundial de la Salud, (OMS) ha advertido del aumento de este trastorno, ha hecho llamados y campañas para prestarle atención ya que continúa ocupando la principal posición entre los trastornos mentales.
La depresión se puede describir como el hecho de sentirse triste, melancólico, infeliz, abatido o derrumbado con una intensidad que la persona no puede controlar, que interfieren con el desarrollo de actividades de la vida diaria y por unos periodos de tiempo que se salen de un rango normal.
Pero más allá de las definiciones, un concepto clave es entender que la intervención de profesionales como médicos, psicólogos, terapeutas y psiquiatras es necesaria y definitiva. “Lo cierto es que persisten ciertos mitos y resistencia a la consulta especializada en salud mental y ello retrasa la consulta, un diagnóstico oportuno y el inicio a tiempo de los tratamientos”, señala Marta Cecilia Restrepo, profesional de la salud, fundadora del Centro de Psicología Trinidad.
Síntomas
Estado de ánimo irritable o bajo la mayoría de las veces.
· Dificultad para conciliar el sueño o exceso de sueño.
· Cambios significativos en el apetito.
· Cansancio excesivo y falta de energía.
· Sentimientos de inutilidad, odio a sí mismo y culpa.
· Dificultad para concentrarse.
· Inactividad y retraimiento frente a actividades cotidianas.
· Sentimientos de desesperanza o abandono.
· Pérdida de placer en actividades que antes hacían feliz a la persona.
· Pensamientos repetitivos de deseo de no vivir.
La depresión puede suceder en personas de todas las edades: adolescentes, adultos, adultos mayores y hasta niños, pero en estos casos presentan síntomas distintos, por ello es importante vigilar los cambios en el rendimiento escolar, el sueño y el comportamiento de los menores.
La depresión es una enfermedad común, pero grave que interfiere con la vida diaria, con la capacidad para trabajar, dormir, estudiar, comer y disfrutar de la vida. La depresión es causada por una combinación de factores genéticos, biológicos, ambientales y psicológicos.
Algunas investigaciones indican que el riesgo genético para la depresión es el resultado de la influencia de varios genes que actúan junto con factores ambientales y otros factores de riesgo. Algunos tipos de depresión tienden a darse en familias. Sin embargo, la depresión también puede ocurrir en personas sin antecedentes familiares de depresión.
“No todas las personas con enfermedades depresivas experimentan los mismos síntomas. La gravedad, frecuencia y duración de los síntomas varían dependiendo de la persona y su enfermedad en particular” señala Santiago Arjona Pachón, magíster en psicología clínica y especialista en mindfulness del centro de psicología Trinidad.
La depresión no es un signo de debilidad. Se puede tratar con terapia o intervención psicológica, con medicación antidepresiva o con una combinación de ambos métodos.
Recomendaciones
Lo más importante es solicitar ayuda profesional.
· Informarse de la enfermedad.
· Tener acompañamiento de pareja, familiar o de amigos que conozcan de la enfermedad.
· Seguir realizando las actividades que le gustaban cuando se encontraba bien.
· No aislarse. Mantener el contacto con familiares y amigos.
· Haga ejercicio regularmente, aunque sea una caminata.
· Mantener hábitos regulares de alimentación y sueño.
· Evitar o limitar al máximo la ingesta de alcohol y sustancias alucinógenas.
Las terapias expresivas creativas pueden ser una alternativa para la depresión
Dentro del abanico de posibilidades que los psicólogos y terapeutas recomiendan para gestionar el mundo emocional, están las herramientas artísticas que se convierten en un aliado que favorece la expresión y la toma de consciencia de aquello que está aún a nivel inconsciente, y “que nos puede estar lastimando interiormente; nos abren el camino para fomentar vías de comunicación, que permiten la liberación de situaciones que no hemos podido elaborar por otros medios”, explica el doctor Arjona Pachón, director científico del centro de psicología Trinidad. No obstante, el profesional advierte que, en el caso de la depresión, el diagnóstico debe hacerlo un psicólogo y/o psiquiatra titulado y la elección de tratamiento y/o la combinación de ellos, también debe ser supervisada por estos profesionales.
La expresión creativa despierta el hemisferio cerebral derecho, responsable de procesos asociados a la imaginación, la intuición, el contacto y gestión emocional, el sentido artístico y musical, el pensamiento holístico y la sensorialidad, entre otros, lo que, “nos brinda la posibilidad de ver el mundo en “diferentes matices, sabores, olores, colores y texturas”, señala el doctor Arjona Pachón.
La doctora Restrepo, con formación en terapias creativas, expresivas y terapias de regulación afirma que, “el arte siempre tendrá un poder sanador, es la oportunidad de expresión de tu ser auténtico, sin filtros y sin pretensiones nos quitamos las máscaras que nos incomodan, limitan y hasta enferman” y advierte que, para conseguir cambios significativos, se necesita de entrenamiento continuo en hábitos saludables y comportamientos que fomenten formas diferentes de relacionarnos.