La batalla de Boyacá fue la confrontación bélica de la guerra de independencia de Colombia que garantizó el éxito de la Campaña Libertadora de Nueva Granada. Este acontecimiento tuvo lugar el día 7 de agosto de 1819 en el cruce del río Teatinos, en inmediaciones de Tunja. La batalla finaliza con la rendición en masa de la división realista, y fue la culminación de 78 días de campaña iniciada desde Venezuela por Simón Bolivar para independizar el Virreinato de Nueva Granad.
El mismo día de la batalla, en las horas de la noche, el coronel Barreiro fue capturado mientras se refugiaba en unas rocas, por un soldado adolescente llamado pedro Pascasio Martínez, acompañado de otro soldado llamado Negro José (ver abajo). Barreiro y otros 37 oficiales españoles hechos prisioneros el día de la batalla, fueron ejecutados el 11 de octubre de 1819 por orden de Francisco de Paula Santander, dentro de la consigna de guerra a muerte.
En Ventaquemada ubicada en el camino real a Bogotá, el 8 de agosto el general Carlos Soublette expidió el Boletín Nº 4 sobre la Batalla de Boyacá. Bolívar dictó el decreto de la Orden de Boyacá para enaltecer a todos los batallones y escuadrones que participaron en la decisiva batalla.
El virrey Juan de Sámano fue informado en Bogotá el día 9 de agosto de la derrota realista y pudo escapar a tiempo, huyendo precipitadamente a Cartagena de Indias, donde su autoridad fue desconocida. Navegó hasta Jamaica, apareciendo luego en Panamá, sin mando administrativo ni mando directo de tropas. En esta situación dimitió, y finalmente murió en 1821.
Finalmente Bolívar llega a Santafé de Bogotá donde entró sin resistencia alguna el 10 de agosto de 1819 a la 5:00 pm.
Bolívar creó la Orden de Boyacá en reconocimiento a todos los combatientes que participaron en dicho acontecimiento histórico. Actualmente el Estado colombiano concede dicho reconocimiento a las personas nacionales o extranjeras que se destacan por su trabajo en bien de la patria.